Turbos
El uso de elementos que sirvan para sobrealimentar los motores se debe a la necesidad de aumentar la potencia sin tener que aumentar la cilindrada. Aumentar la potencia depende de la cantidad de combustible quemado en cada ciclo de trabajo y del número de revoluciones.
Tanto en motores Diesel como en los de gasolina, por mucho que aumentemos el combustible que hacemos llegar al interior de la cámara de combustión, no conseguimos aumentar su potencia si este combustible no encuentra aire suficiente para quemarse.
Así pues, solo conseguiremos aumentar la potencia, sin variar la cilindrada ni el régimen del motor, si conseguimos colocar en el interior del cilindro un volumen de aire (motores Diesel) o de mezcla (aire y gasolina para los motores de gasolina) mayor que la que hacemos entrar en una “aspiración normal” (motores atmosféricos). Para ello recurrimos a los turbos:
“Un turbocompresor es un sistema de sobrealimentación que usa una turbina para comprimir gases”
En países situados a grandes altitudes o con climas muy calurosos, existe la necesidad de compensar la diminución de la densidad de aire producida por una disminución de la presión atmosférica ocasionada por la altitud y una diminución de las moléculas de oxigeno por el aumento de temperatura. Para todos ello la sobrealimentación es la solución que podemos aportar.
Los principales fabricantes de TURBOS son: Garret, MHI (Mitsubishi) y Holset.
Debido a la importancia de los turbos y su masiva instalación en los diferentes automóviles, en Inter-Motor hemos sumado dicho repuesto a nuestra línea de productos.